Cuello y escote son los grandes olvidados a la hora de aplicarnos los tratamientos de belleza, sin embargo son las partes de nuestro cuerpo que más delatan nuestra edad y el paso del tiempo, sobre todo cuando no se cuidan adecuadamente.
En concreto, la zona del cuello pierde elasticidad muy pronto y se deshidrata con facilidad debido a la ausencia de fibras de colágeno y las pocas glándulas sebáceas existentes en esta zona. Como consecuencia, aparecen las arrugas y el temido descolgamiento de la piel.
Por otra parte, la piel del escote es más fina y delicada que la del rostro, tolera peor la exposición al sol y el daño solar hace que envejezca más rápidamente; como consecuencia se arruga más fácilmente y hace que aparezcan manchas.
Por todo esto, te damos algunas recomendaciones para el cuidado del cuello y escote:
- Desmaquilla y tonifica diariamente esta zona, al igual que haces en tu rostro.
- Aplica tratamientos específicos para la zona. Cremas reafirmantes o de efecto lifting son las más indicadas para esta zona ya que luchan contra los efectos del tiempo.
Age Perfect de L'Oreal. Actúa como un cuidado remodelador que tensa la malla de la piel y vuelve a remodelar los contornos de la parte inferior del rostro. Progresivamente redensificada, la piel se rellena y recobra su elasticidad. El óvalo del rostro se remodela, los contornos están más definidos. El tono se unifica y se ilumina.
Super Bust TENSE-IN-SERUM. Sube el volumen. Serum reafirmante para el escote perfecto: moldea y tonifica. Super Bust proporciona al busto más firmeza y un efecto lifting.
Decollette Pad Diseñados especialmente para atenuar y prevenir las antiestéticas arrugas que se forman en la piel del escote femenino al dormir de lado, por una excesiva exposición al sol o, simplemente, por efecto del paso del tiempo.
- Elimina las células muertas. Para mejorar la limpieza y la oxigenación de la piel.
- Aplica protección solar siempre. Se recomienda como mínimo factor 30.
- Cuida tu postura. Procura que el cuello se mantenga en forma vertical. Camina de forma erguida y con el cuello recto.
- Realiza ejercicios que te ayuden a fortalecer la zona y estimular el riego sanguíneo.
Ejercicios para el cuello.
Posición inicial: de pie o sentada, mirando al frente.
Inspirar.
Mientras expulsas el aire, acerca la oreja derecha al hombro derecho.
Inspirar de nuevo.
Volver a la posición inicial expulsando el aire.
Repetir el ejercicio hacia el lado izquierdo.
Realizar el ejercicio completo cinco veces.
Posición inicial: de pie o sentada.
Inspirar.
Expulsa el aire mientras giras la cabeza hacia la derecha, manteniendo la posición unos segundos.
Inspirar.
Volver a la posición inicial expulsando el aire.
Repetir el ejercicio hacia el lado izquierdo.
Realizar el ejercicio completo cuatro veces.
Posición inicial: de pie o sentada.
Mirando al frente, inspirar a la vez que se bajan los hombros.
Expulsa el aire mientras llevas la barbilla hacia el tórax.
Respirar varias veces, expulsando el aire despacio.
Inspirar.
Espirar mientras se vuelve a la posición inicial.
Inspirar.
Durante la espiración levantar despacio la cabeza.
Inspirar.
Expulsar el aire mientras se vuelve a la posición inicial.
Realizar el ejercicio completo cuatro veces.
Ejercicios para la papada
Posición inicial: Sentada con la espalda recta.
Presione la punta de la lengua contra el cielo del paladar.
Repita de 10 a 12 veces.
Ejercicios para el escote
Posición inicial: sentada o de pie.
Inspirar sacando los codos hacia fuera, cerrar una mano y encerrarla con la otra, colocándolas a la altura del pecho.
Mientras expulsas el aire, aprieta una mano contra la otra.
Repite el ejercicio con las manos a la altura de los ojos y de la cintura.
Cambia el orden de las manos y repite la serie.
Repite el ejercicio completo cuatro veces.
Posición inicial: de pie.
Coge aire uniendo las manos en la espalda, con los dedos entrelazados y los brazos estirados.
Mientras expulsas el aire, intenta unir los codos aproximando los omóplatos entre sí.
Repite el ejercicio completo cuatro veces.
Posición inicial: de pie.
Inspirar uniendo las manos por delante, con los dedos entrelazados y las palmas de las manos hacia fuera, a la altura de los hombros.
Mientras expulsas el aire, estira los brazos hacia el frente.
Repite el ejercicio completo cuatro veces.
Y por último recuerda, cuando apliques cremas sobre el cuello, realiza movimientos ascendentes para promover la firmeza y actuar aún más contra el descolgamiento.