Para obtener los mejores resultados, no sólo hay que escoger los productos adecuados a cada tipo de piel o problema, sino que es fundamental aplicar estos productos correctamente.
- Preparar la piel:
Como paso previo es imprescindible cada mañana y noche una correcta limpieza del rostro (limpiadora+tónico), nunca debes irte a la cama sin desmaquillar, notarás que los productos que utilices a continuación harán más efecto y penetrarán en más profundidad.
- Orden:
Existe una regla básica para el correcto orden en que debes aplicar tus productos, y es de más ligeros a más cremosos, es decir, limpiador, tónico, serum, contorno de ojos y finalmente la hidratante o nutritiva.
- Aplicación:
Poner una pequeña cantidad de producto en las zonas principales: barbilla, zona central (nariz y mejillas) y otra en la frente. Con respecto a la cantidad, la referencia sería el tamaño de una almendra para toda la cara.
En la frente aplicaremos la crema en sentido ascendente y desde el centro hacia los lados, a continuación, desde la nariz extendemos hacia los pómulos realizando movimientos circulares ascendentes
En la zona superior del labio, los movimientos deberán ir desde la parte central hacia la izquierda y desde la parte central hacia la derecha con un movimiento horizontal
Desde la barbilla, extendemos el producto contorneando el ovulo facial hacia la base de las orejas y hacia ambos lados.
Por último, aunque no menos importante, no debes olvidar la zona del cuello, esta zona, por ser especialmente delicada, es preferible masajearla de abajo hacia arriba, con la ayuda de ambas manos y en sentido trasversal.
Es importante no aplicar la crema facial en el contorno del ojo. Esta zona es especialmente delicada, porque la piel es sumamente fina, así que es necesario utilizar un producto específico.
Este masaje ayuda a luchar contra los efectos de la gravedad, mantiene tersa la piel y mejoraremos la absorción de nuestros productos.
y recuerda, una correcta aplicación puede multiplicar su efectividad.
