Para lucir una piel saludable y radiante se requiere de muchos cuidados y atención. Entre tantos factores y hábitos que perjudican la piel, la contaminación es uno de los más graves y que algunas veces no se toma en cuenta.
El problema comienza con la gran contaminación que día a día afrontas, y la realidad es que si no tomas las medidas adecuadas puedes desarrollar hasta indeseables enfermedades dermatológicas.
Por lo tanto, es importante que comprendas lo perjudicial que puede llegar a ser la exposición a los agentes dañinos del ambiente, y más aún saber cómo cuidarte de ellos. A continuación, te explicaremos todo lo que debes conocer al respecto.
La contaminación como agente dañino de nuestra piel
Para nadie es un secreto que los avances tecnológicos y la industrialización han traído consecuencias muy negativas en el ambiente aumentando cada vez más la contaminación.
El sector industrial, comercial y de transporte son los principales causantes de agentes tóxicos que contaminan el aire y el agua, e incluso el suelo. Lógicamente esto nos afecta bien sea de forma directa o indirecta.
Lamentablemente la gran mayoría de las personas vivimos en zonas donde la contaminación es mayor a lo que se puede considerar seguro, pues más del 60% de la población mundial reside en zonas urbanas.
Aunque las principales consecuencias son daños respiratorios, metabólicos y otras enfermedades, también puede afectar considerablemente la piel. Los efectos pueden llegar a ser más grave de lo que se piensa, pues no solo se limita a problemas de estética.
Un gran enemigo para la piel
La mayoría frecuentemente estamos en contacto con el ambiente, especialmente al salir de casa si vivimos en zonas urbanas y con mucho tráfico.
Aparte es importante considerar que muchos solemos bañarnos con las aguas residuales que llega a nuestro hogar; por otro lado, también solemos bañarnos con aguas estancas o piscinas que a veces no están aptas.
Por lo tanto, la exposición a los agentes dañinos es prácticamente algo habitual, así mismo los riesgos a tener contacto con dichos agentes contaminantes cada vez es mayor pues cada vez aumentan más.
Todo esto evidencia la gran importancia de tomar precauciones si deseas cuidar tu piel, así como evitar enfermedades dermatológicas. Si ya los efectos se están presentando, lo mejor es que actúes rápido y contrarrestarlos.
¿Cuáles son los daños que provoca la contaminación en nuestra piel?
Cuando las partículas contaminantes tienen contacto con la superficie cutánea de nuestro cuerpo estas afectan su aspecto y estado. Por supuesto la gravedad de los daños depende del grado de contaminación al que te expones.
Los daños son más probables con la exposición a la polución o al aire contaminado, la cual contiene más partículas dañinas como el humo, moléculas reactivas al oxígeno, ozono y compuestos orgánicos.
No hay que olvidar que también el agua contaminada contiene otros agentes dañinos como bacterias, virus y parásitos. En cuanto a las aguas estancadas o piscinas mal tratadas pueden llegar a tener restos de piel muerta, grasa y hasta orina o restos de excremento.
Afección de la barrera cutánea
Todas las partículas y agentes contaminantes provocan el deterioro de tu barrera cutánea, la cual, entre otras cosas, te protege de la penetración de las moléculas dañinas del medioambiente, de modo que tu piel se hace más sensible o delicada.
Al dañarse o debilitarse la barrera cutánea natural, tus probabilidades de sufrir o tener alergias aumentan considerablemente. Aparte de esto también se provocan otras alteraciones y consecuencias.
Envejecimiento prematuro y daño de apariencia
La capa más externa de la epidermis empieza a perder su antioxidante natural como la vitamina E y C, así mismo los radicales libres aumentan y el oxigeno a los tejidos se reduce. Esto acelera tus signos de envejecimiento haciendo más visible las arrugas, disminuyendo la firmeza y luminosidad de tu piel.
En cuanto a tu apariencia, cuando te falta oxígeno en las capas cutáneas pierdes elasticidad empezando a tener la piel flácida y el tono deja de verse uniforme, aparte tu aspecto es apagado.
Muchos otros factores se alteran, puedes presentar deshidratación o aumento de la producción de grasa causándote acné en el rostro. También se te ensucia el cutis y esto obstruye los poros provocándote inflamación.
Enfermedades dermatológicas
Existen personas que su superficie cutánea es atópica, es decir, es demasiado sensible. Si este es tu caso entonces los efectos pueden llegar a ser más fuertes, presentando hasta enfermedades dermatológicos.
Las personas con esta fuerte sensibilidad normalmente tienden a tener sequedad y enrojecimiento, pero la exposición prolongada a la contaminación ambiental puede provocarte lesiones como eccemas y descamación.
Aparte es más probable que sufras de psoriasis y dermatitis. Así mismo, puedes empezar a tener léntigos en el rostro como en las mejillas y la frente, estos son un tipo de mancha o pigmentación.
¿Cómo enfrentar los efectos negativos de la contaminación?
Sin duda es imposible que evites por completo la exposición a la contaminación; no obstante, es importante que te protejas lo máximo posible de ella y que tengas ciertos cuidados que te ayudarán a prevenir o reducir al mínimo sus efectos.
Higiene
Es imprescindible que tengas una buena rutina de higiene y de limpieza, pues de esta manera irás eliminando las partículas dañinas que tienen contacto con tu superficie cutánea.
Una higiene adecuada incluye lavarte dos veces al día, preferiblemente de mañana y de noche. Esto también te ayuda a evitar la obstrucción de los poros y estimula la respiración de la dermis.
Por supuesto debes tener cuidado con agua que utilizas para bañarte o lavarte. Por otro lado, si ya tienes alguna enfermedad dermatológica es recomendable que utilices productos especiales para la limpieza.
Productos de cuidado y acondicionadores de aire
También es recomendable que utilices productos de cuidados que aportan grandes beneficios, desde eliminar las partículas contaminantes hasta hidratar, lo cual te protege de los agentes contaminantes.
También es aconsejable que utilices protectores solares para evitar los daños que causan los rayos ultravioletas, tomando en cuenta que la contaminación ambiental está rompiendo la capa de ozono, de modo que el sol cada vez es más dañino.
Los humidificares también son una buena idea, pues mantienen la humedad adecuada del aire y eliminan los agentes contaminantes del mismo. Esto es sumamente beneficioso para la piel.
Otras consideraciones
Una buena dieta es bastante útil, recordando que muchas vitaminas fortalecen y dan vitalidad a la superficie cutánea. De modo que alimentarte bien y beber bastante agua es muy provechoso.
Como última recomendación, si eres aficionado o tienes la rutina de hacer ejercicios, lo mejor es que lo hagas en áreas que estén lo mas alejado posible de las zonas urbanas o con mucho tráfico.