Arpège Eau de parfum

El arpegio, es una manera de ejecutar los tonos de un acorde, ejecutándolos uno tras otro de manera veloz, generalmente del más grave al más agudo, en una sucesión de sonidos de forma ascendente o descendente. Toques las notas que que toques siempre van a pertenecer a un acorde. 

En 1927, la amante de la música clásica Marguerite Blanche, describió como un arpegio bien sintonizado, el exquisito aroma de la sinfonía perfumada que habían compuesto para ella. Como obsequio por su cumpleaños 30, los perfumistas Paul Vacher y Andre Fraysse, por pedido de su madre Jeanne Lavín, quien supervisaba todo, quería obsequiar a su hija el “Mejor Perfume del Mundo”. La única instrucción para la creación de la fragancia fue: "No estoy preocupada por la moda o por el costo. Quiero perfección”. 

De esta comparación musical nació el nombre de una fragancia que ya lleva sobre sus espaldas más de 90 años, Arpège Eau de parfum, una obra maestra olfativa, muy femenina, elegante, sofisticada, de notas florales aldehídicas que son difícil de identificar una por una, lo que la transformo en una innovación para la época que la hace única y excepcional, que lo coloca entre los 5 aromas mas reconocidos en el mundo. Esta característica lo hizo acreedor del premio FIFI Hall Of Fame 2005 de la Fundación Fragancia. 

Esta sinfonía olfativa, presenta en sus notas altas la presencia de los aldehídos, que envuelven y le dan un aura etérea y mítica, a la armoniosa mezcla de 60 notas naturales, en donde se destacan la rosa, el jazmín y el iris y cuyo fondo cremoso y cálido está adornado por vainilla y vetiver dando como resultado una fragancia, opulenta, clásica, femenina y con mucho charm.   

Jeanne Lanvin encargó al diseñador Armand-Albert Rateau para fabricar un frasco opulento y único. Este diseñó una botella esférica, de cristal coloreado en color negro, estilo Art Deco, conocido como Flacon Boule, y realizado por la compañía Verrières Brosse. Su tapón presenta una forma ovalada acanalada de color dorado. La decoración de este frasco fue realizada por el artista Paul Iribe quien recreo en la cara frontal de la esfera, una tierna escena de danza entre Jeanne Lanvin y su hija Margaret de niña, basado en una pintura de 1907 de la misma Jeanne con su hija, en color oro, que transmite todo el amor de una madre hacia su hija y que llegaría a ser el logotipo de la casa.